Sabemos lo importante que es para tí conservar tu cocina, tus armarios, tus electrodomésticos y, en fin, toda tu casa. Por eso te proponemos un sencillo truco para que también tengas relucientes y como el primer día tus cubiertos.

Y es que con el transcurso del tiempo los cubiertos empiezan a perder de manera natural su brillo debido a los factores ambientales.

Pero además, el uso de determinados jabones y detergentes también favorecen esa pérdida de brillo que vamos viendo poco a poco, dejando cada vez más opacos nuestros cubiertos. Y no olvidemos la cal. Un factor importantísimo a la hora de hacer más opacos los cubiertos.

Pero todo tiene solución. Podemos devolver el brillo natural a nuestros cubiertos con un par de sencillos trucos, muy baratos y fáciles de poner en práctica. Y es que, el primero de ellos, se sirve de un producto de cocina que todos tenemos a mano, el aceite de oliva. Este “oro líquido” nos ayudará a acabar con las ralladuras y las manchas de nuestros cubiertos. Tan solo empapa una servilleta con aceite de oliva, restriega fuertemente los cubiertos y después seca con una servilleta limpia. Verás que el resultado es espectacular e inmediato.

Pero aún tenemos otra alternativa si queremos prescindir del aceite de oliva. Se trata del bicarbonato de sodio. Y es que este elemento además nos servirá como aliado perfecto en la limpieza de otros elementos del hogar, no solo en la limpieza de nuestros cubiertos.

Para servirnos del bicarbonato, échalo sobre el cubierto, frota con una servilleta de papel, enjuaga con agua y posteriormente vuelve a secarlo con una servilleta de manera suave. Verás el resultado en seguida.

Como verás te hemos propuestos dos sencillos trucos que esperamos te resulten de utilidad.

Cocina Fácil. Te esperamos.